Ingredientes:
600 gr de queso de untar (tipo philadelphia)
165 gr de nata
165 gr de azúcar
100 gr de harina
20 gr de levadura
2 huevos y una yema
165 gr de nata
165 gr de azúcar
100 gr de harina
20 gr de levadura
2 huevos y una yema
Me encantan las tartas de queso, tengo que reconocer que muchas veces me da pereza hacerlas, por lo elaboradas que son algunas recetas: forrar molde, hacerlas al baño maría, etc. Pero esta receta no necesita nada de todo eso. Mezclas ingredientes y al horno! Cuando la probéis vais a estar de acuerdo conmigo: que sencilla y rica que es!!
Pre calentamos el horno a 150º. Untamos un molde con mantequilla. Mejor si la parte de abajo la cubrís con papel de hornear, así protegemos el molde a la hora de cortar y nos duran más. Hay que cubrir hasta arriba las paredes del molde con mantequilla, porque la tarta crece mucho y así la ayudamos a que suba bien, sin que se nos pegue.
Si tenéis un robot de cocina genial facilita el trabajo. Sino a mano, como una servidora. Hay que mezclar bien los ingredientes hasta que no queden grumos de queso. Mejor, si tamizáis la harina con la levadura. Ha de quedar una crema fina.
Echamos la mezcla en el molde y horneamos a 150 grados durante 45 minutos.
Como cada horno es un mundo, ya sabéis que siempre os digo que vayáis vigilando. Yo a los 30 minutos le hecho un vistazo. La tarta ha de quedar tostada de forma uniforme. Una vez terminada la dejáis reposar en el horno (con la puerta un poco abierta) durante una hora. Así la bajada de la tarta no es tan brusca, lo va haciendo poco a poco. Queda más esponjosa.
Pasada la hora, ya la podéis meter en la nevera. Para mí esta más buena de un día para otro. Si la hacéis el mismo día, que sea con bastante tiempo de antelación. El sabor y la textura cambia por completo.
La podéis acompañar con mermelada de fresa, de arándanos, frambuesas, etc....mejor si hacéis la salsa vosotros. No se tarta nada.
The Kooks
