Ingredientes:
250 gr de harina
150 gr de almendras molidas
125 gr de azúcar glas
125 gr de manteca de cerdo
2 ct de canela
La ralladula de un limón
Semillas de sésamo tostado
Ha sido toda una experiencia, pero el resultado ha sido un éxito. Esta semana voy a volver a hacer, y mejoraré el tema de la cocción. Se acabó el comprar polvorones.....
Lo primero que tenéis que hacer es tostar la harina y la almendra. Se coge una sartén y se calienta a fuego medio. Se pone la harina y sin dejar de remover, la tenemos hasta que se tueste. Ha de volverse de un color veig. No dejéis de mover porque se puede quemar. Yo he estado unos 15/20 minutos.
Se hace lo mismo con la almendra.
La manteca ha de estar a temperatura ambiente, y mejor si la fundís unos segundos al microondas. Yo la he dejado líquida y en un bol la he mezclado con el azúcar. Se bate hasta conseguir una pasta sin grumos. Añadimos la harina, la almendra, la canela y la ralladura del limón. Amasamos hasta que quede una masa uniforme y sin grumos.Queda una masa muy clara, pero cuando se enfríe se pone dura.
La envolvemos en papel film y la dejamos repodar en el frigorífico durante una hora.
Se pone un poco de harina en la mesa donde vayamos a trabajar. Cogemos la masa y vamos haciendo bolas pequeñas. Las aplastamos con la mano, han de quedar con un grosor de unos 2 cm de alto y con un molde vamos dando forma a los polvorones.
Ponemos un papel de hornear en una fuente y colocamos los polvorones. Algunos los he decorado con unas semillas de sésamo tostado. Las aplastamos suavemente para que se fijen bien al polvoron. Se calienta el horno antes a 180º.
He hecho diferentes tamaños y dos pruebas de cocción. La primera bandeja ha estado 15 min. a 180 grados y se me han hecho demasiado por abajo. La segunda bandeja ha estado 20 min. a 160º. Realmente me han quedado mejor los primeros. Lo de mayor tamaño los he dejado más tiempo.
Conclusión: hacer los polvorones más grandes, de unos 2 cm de alto por 4/5cm de diámetro. Hornear a 170º durante unos 18 min. Aunque parecen que quedan crudos, no lo están. Al tocar quedan muy blandos, hay que dejar que se enfríen y veréis como cambia la textura. Es una pasada! En caliente no hay que manipularlos!
El sabor y la textura son espectaculares! Al terminar, dejar enfriar y espolvorear con azúcar glas.
Me he quedado muy contenta con el resultado! ahora toca bailar para quemarlos con
Next Year de Two Door Cinema Club
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